Osama, el muerto que todos quieren, pero nadie quiso conservar

Osama Bin laden fue lavado y tirado al mar según los preceptos islámicos. Era una de las hipótesis: la otra es que fuera enterrado sin ataud. Primó el escenario número uno porque ningún territorio estaba dispuesto a enterar al ilustre terrorista 24 horas después de muerto, el plazo máximo establecido por la religión.

Han circulado en internet fotos falsas de un Osama rendido para siempre con los ojos en compota. La foto del cadáver de Osama bin Laden difundida esta madrugada por la agencia Associated Press (AP) es un montaje, según han admitido las televisiones de Pakistán. La primera instantánea difundida por esta agencia, y posteriormente retirada, mostraba una captura de pantalla de la cadena de televisión paquistaní Express.

Varios usuarios en Twitter  han divulgado varios montajes de dos fotografías, la difundida hoy por AP y otra tomada en el pasado, en la que se aprecian las notables similitudes entre ambas.

Los corresponsales en la casa Blanca insisten en que la escena del ataque fue grabada y emitida en vivo y en directo al despacho del jefe de Estado.

¿Pero es Osama pero no es Osama? Una prueba de ADN confirmó que Osama Bin Laden está muerto, según señaló hoy la cadena CNN, citando a un alto funcionario estadounidense. El diario nortemericano "The Telegraph", en tanto, precisó que las muestras del líder de Al Qaeda fueron comparadas con otras obtenidas, años atrás, de su hermana. La mujer, cuya identidad no trascendió, falleció por un tumor en el cerebro en Boston. El FBI hizo custodia de su cuerpo para que, en caso de capturar a Bin Laden, pudieran identificarlo.

Más allá de estas dudas, el gobierno de EEUU resolvió con rapidez el dilema de qué hacer con el cadáver de Osama Bin Laden y optó por lanzarlo al mar, según afirmaron el lunes fuentes de la Casa Blanca. La acción pretendía a la vez respetar la tradición musulmana,, que aconseja enterrar a los difuntos en un corto plazo de tiempo, y evitar que la tumba de Bin Laden se convirtiera en un lugar de peregrinación del yihadismo internacional.

"Encontrar un país dispuesto a aceptar los restos del terrorista más buscado del mundo habría sido difícil", declaró un responsable del Gobierno estadounidense citado por los medios de este país. "Por lo tanto, EEUU ha decidido enterrarlo en el mar".

Según afirmó un alto responsable de Defensa de EEUU a la agencia AFP, una ceremonia funeraria se desarrolló para Bin Laden en la cubierta del portaviones Carl-Vinson, en el mar Arábigo cerca de las costas de Omán, en cumplimiento de las tradiciones musulmanas antes de que su cuerpo fuera arrojado el mar.

Habida cuenta de la naturaleza apátrida de Bin Laden, que nació en Yemen, pero creció en Arabia Saudita antes de renegar de este país para desplazarse a Sudán, Afganistán y Pakistán, no resultaba fácil decidir a qué país enviar sus restos para ser enterrados. De acuerdo con fuentes del Gobierno de Obama, Washington ofreció el cadáver del líder de Al Qaeda al Gobierno saudita, pero éste rechazó darle sepultura en su territorio.

El miedo a que su tumba se convirtiera en un santuario yihadista es probablemente exagerado, ya que de acuerdo con la escuela islámica wahabita, a la que Bin Laden pertenecía, está prohibida la veneración de los muertos para evitar que se conviertan en falsos ídolos. De hecho, incluso en las tumbas de los reyes de Arabia Saudí no aparece grabado su nombre.

En una teleconferencia con periodistas celebrada el domingo por la noche, un responsable del ejército estadounidense se negó a explicar qué se haría con el cadáver de Bin Laden, pero aseguró que se habían seguido todos los ritos establecidos por la religión musulmana. Es decir, su cuerpo fue lavado y purificado, y tras haber pronunciado la oración preceptiva, se envolvió en un sudario.

La Casa Blanca incluso ha querido dejar claro que tuvo lugar una celebración religiosa en el puente del portaviones, antes de enterrarlo, donde un nativo saudí realizó los rezos apropiados.

Según los expertos, la práctica de dar sepultura a una persona en el mar no es habitual en el Islam, que aconseja enterrar a las personas sin ataúd, en contacto directo con la tierra y la cabeza orientada a la Meca.