LESIONES GRAVES

Imputado por femicidio de Amparo fue procesado por otro caso de violencia extrema de 2010

La causa contra Luis Deorta estaba archivada pero recobró fuera. La víctima es la esposa del estanciero para el que trabajaba

La justicia procesó al sospechoso de la desaparición de la joven Amparo Fernández por lesiones graves, a raíz de un delito cometido en 2010. Debió ser juzgado por el Código del Proceso anterior a 2017.

Luis Alberto Deorta, de 34 años, está en el exComcar con prisión preventiva imputado por el femicidio, pese que el cuerpo de la joven sanducera sigue sin aparecer.

El propio Deorta cambió su declaración original, esto es que él y Amparo tuvieron un accidente y ella murió. Asustado por la situación, la habría tirado al río Yi.

Luego dio otra versión, en la que varios individuos lo habrían reducido para llevarse a Amparo. Luego de eso le habría perdido el rastro.

Un equipo de forenses sigue buscando en una zona que Deorta conoce muy bien, ya que trabajó como empleado de una estancia local.

Precisamente ese pasado volvió de modo conveniente, cuando la Policía y la Fiscalía decidieron retomar una denuncia anterior contra él que estaba archivada.

De algún modo aquel episodio de violencia extrema cometido el 21 de noviembre de 2010 habría cobrado visibilidad durante las protestas públicas por la desaparición de Amparo.

Una de las tantas personas que salieron a protestar el 29 de junio era una mujer que llevaba consigo una pancarta: “Yo soy la otra que no pudiste matar"

Se trataba de Marta Lasarte 63 años, quien entonces estaba casada con el empleador de Deorta.

La pareja estaba separada y la mujer estaba sufriendo acoso y era víctima de todo tipo de violencia.

Lasarte denunció que su esposo la había aislado en otra casa de la estancia con la complicidad del detenido por el caso Amparo Fernández.

DENUNCIA PREVIA AMPARO

Según la causa archivada, Deorta atropelló con su camioneta a Lasarte, la golpeó y la cargó en el vehículo. Cuando ella recuperó el conocimiento, vio que su agresor conducía hacía un lugar apartado de Sarandí Grande. Sospechó que iba a ser asesinada y que iba a deshacerse del cuerpo en la zona.

Ella le preguntó por qué hacía eso y el empleado le respondió: "solo cumplo órdenes".

En un momento determinado, la camioneta pasó por un lugar en donde había varias personas. Lasarte apenas sentía las piernas pero logró tirarse del vehículo y pidió auxilio. Fue derivada a un centro de salud .

La justicia considera que los casos de Amparo y de Lasarte tienen un denominador común: la extrema violencia y la"cabeza fría" del atacante.

En declaraciones a El Telégrafo, la denunciante dijo que si no se hubiera archivado la causa tal vez Amparo seguiría viva.

En 2019, Amparo aceptó la invitación de Deorta para conocerse personalmente.

Habían intercambiado mensajes por redes sociales y él había decidido agasajarla con un caballo de regalo, en conocimiento de la pasión de Amparo por estos animales.

Ella decidió viajar por dos días a Sarandi Grande y organizó todo para volver con sus hijos a Paysandú a los dos días. Nunca regresó y por el momento no se sabe dónde está ni qué pasó en las horas en las que victima y victimario estuvieron juntos.

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