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Impactante documental sobre los últimos días de Maradona provoca más polémica entre el abogado Morla y la familia del ídolo

El trabajo audiovisual se puede ver gratuitamente en el canal de Youtube de Infobae. A través de audios y videos se desmantela una trama de desidia y avaricia inhumana

show"Cuanto falta para que Luque vaya preso??? Y los inservibles de la psiquiatra y el psicólogo????? Y la enfermera??? QUE ESPERA LA JUSTICIA???

Dalma Maradona, la hija mayor del excrack argentino, reaccionó así tras ver el documental de Infobae sobre los últimos días de su padre.

El Luque al que hace mención es Leopoldo Luque, el que fue médico de cabecera de Maradona en sus últimos años. Por ironía del destino se llama igual que Leopoldo Jacinto Luque, el excampeón del mundo de Argentina 1978, fallecido por Covid-19 en estos dìas.

Este medico cirujano es uno de los imputados en la causa penal por la muerte dudosa de Diego Maradona junto al abogado Matías Morla, el psicólogo Carlos Díaz y la psiquiatra Agustina Cosachov.

El material está disponible gratuitamente en Youtube en la cuenta de Infobae. Son 34 minutos contundentes en los que se ve el manejo sanitario, financiero y humano que construyó el abogado Matìas Morla, el apoderado de los negocios de Maradona.

A lo largo del documental queda reflejada cómo era la vida de Maradona en un country de Brandzen en el norte de Buenos Aires. Drogado con marihuana y pastillas, alcoholizado en base a vino y cerveza, despreciado por su propio entorno, Maradona vivió fuera de ambiente la mayoría de esos días, aislado de amigos y familiares.

En los mensajes grabados se denota la manipulación a la que era sometida la víctima por parte de Morla. quien ante el avance de la familia lo convence de grabar videos para reivindicar una decisión que nunca había tomado.

Morla y Luque visitaban poco a Maradona, que en realidad estaba acompañado por un sobrino Johnny Espósito, Maximiliano Pomargo y la cocinera Monona, más un servicio de acompañante genérico, viviendo en una pieza de servicio, sin ningún tipo de atención especial, sobre todo tratándose de alguien que había sido operado por un hematoma cerebral.

En particular, todos ellos están emplazados por la justica, salvo uno que se encuentra prófugo. Se trata de Carlos Orlando Ibáñez conocido como Charly, considerado como uno de los responsables de suministrarle a Maradona sicofármacos (quetiapina, antidepresivos, somníferos) , además de marihuana y alcohol.

Ibáñez conocía a Maradona desde 2017 a través de Rocío Oliva, la exfutbolista que fue pareja de Maradona durante su estadía en Dubai.

Hasta entonces trabajaba como limpiador en una empresa. Para su suerte, Maradona simpatizó de inmediato con él y lo sumó a su grupo de allegados.

Todo el entorno -incluso Luque- miraba con recelo a "Charly", quien también tenía entre sus objetivos conseguir prostitutas para las fiestas que se desarrollaban en Brandzen.

Este joven era investigado por la Policía desde hace dos años, cuando en otro country donde residió Maradona hubo un robo en una casa vecina. La investigación puso los ojos en él como un presunto entregador, pero nunca se pudo comprobar el nexo.

Maradona quería a Ibáñez cerca, especialmente porque tenía la ilusión de recuperar su relación con Oliva. Era Charly quien oficiaba de correo entre ambos.

En la siguiente foto se lo ve en una selfie que hoy es parte del expediente judicial.

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Así era el

Así era el "entorno" inmediato de Maradona. Le daban "porritos" y vino para que "no jodiera"

Tanto Luque como Cosachov y Díaz avizoran el final de Maradona algunos días antes de que el mismo se produzca y comienzan a intercambiar ideas sobre cómo maquillar el abandono de persona y la comprometida situación de salud, en especial la miocardiopatía dilatada que finalmente lo llevò a la muerte.

Los intercambios telefónicos de Maradona y Morla, los de Morla y Luque, los llamados al principal custodia de la casa, los mensajes con el psicólogo y la psiquiatra, denotan escaso compromiso con la situación de Maradona. Ante la evidencia de una falta de vuelta atrás, la consigna de Morla era la necesidad de que el negocio siguiese adelante el mayor tiempo posible porque de ello "dependen varias familias".

El resultado muestra la cotidianeidad de un Maradona frágil, sin poder caminar por sus propios medios, con la mirada perdida, casi infantil, apenas lúcido, en contraste con el deportista poderoso que fue en los años 80 y 90.

Maradona dormido con la boca abierta mientras un grupo de jóvenes fuman y toman a su alrededor, Maradona abrazado a un perro, Maradona jugando con su hijo menor Dieguito Fernando, al único que el entorno de Morla y Luque dejaban entrar a la residencia.

El mediometraje pone en evidencia en primer plano la tristeza en el rostro del antiguo crack -cargado por los brazos- durante el homenaje que la hinchada de Gimnasia y Esgrima le dedicó a su improbable DT con motivo de su cumpleaños número de 60, el pasado 30 de octubre.

Morla & Luque

Maradona será un tema de conversación por mucho tiempo, y no sólo por su enorme legado deportivo. El reparto de su fortuna, los problemas judiciales, los hijos no reconocidos, sus exmujeres, harán imposible que el tema se acabe pronto.

En el documental aparece su exmujer Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando. También aparece su actual pareja, un abogado que la defiende en la causa de la herencia. Habla Guillermo Coppola , el viejo manager de Maradona, amigo de las mejores épocas del "10". No hablan pero sobrevuelan en el film los otros hijos reconocidos Dalma, Gianina, Diego Jr., y Jana, o Rocío Oliva, la novia con la que Maradona se encontraba obsesionado al final de su vida.

Y dentro de todo ese elenco, hay dos personalidades importantes en el último tramo de su vida, sobre todo porque tomaron decisiones fundamentales para el epílogo de la historia.

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Maradona con Luque y Morla.

Maradona con Luque y Morla.

En los últimos ocho años, Matías Morla (38) y su socio Víctor Stinfale fueron artífices del resurgir económico de Maradona a través de un hábil trabajo empresarial. Por ese entonces comenzaban los primeros problemas del exfutbolista con su exesposa Claudia Villafañe y sus hijas.

Diego las acusaba de robarle dinero y propiedades, y Morla aprovechó el momento para plantearle una alternativa con esponsoreos millonarios que permitieron a Maradona salir de una situación financiera que comenzaba a tornarse complicada.

Entre esos negocios aparecieron el viaje de Maradona a Dubai o a Sinaloa, entre otros destinos exóticos, en donde "el 10" fungió como DT, e incluso de ese cúmulo de experiencias se da una fugaz presidencia en el Dínamo Brest de Bielorrusia.

A los 15 años, el hincha de Boca Morla se juró dos cosas: que iba a ser abogado y que iba a trabajar para Diego Maradona.

Por su parte, el neurocirujano Leopoldo Luque, de 40 años, apareció en la vida de Maradona en 2017. Es el que más comprometido está por una eventual mala praxis y por la falsificación de una firma d Maradona para obtener su historia clínica.

La Policía encontró en la casa de Luque copias en papel de la firma original de Maradona y copias que intentaban imitar el trazo

El médico negó esto pero de los audios -que se emiten en el documental- surgen que una tal "Ernestina" se iba a encargar del trabajo. Esa mujer -según la investigación- es la esposa de Luque.

Maradona nunca fue una persona fácil de tratar,, Muchos menos lo debe haber sido como paciente. Por eso Luque pasó de la idolatría al odio, del cholulismo a la agresión.

Él lo cuenta así en una entrevista: "Con mi socio Ariel Sainz tenemos un centro médico, Columna Baires. Y hace cuatro años nos llamó un cirujano general contándonos que Maradona buscaba un neurólogo. ‘Pensé en ustedes dos', nos dijo. No lo podíamos creer. ‘¿Qué Diego? ¿Diego Maradona?‘, preguntábamos. Hasta el día que tuvimos que ir a verlo no contamos nada, por las dudas. La noche anterior no dormimos, antes de llegar tuvimos que tomar un miorrelajante, porque estábamos muy nerviosos".

En los últimos tiempos no se llevaba bien con Maradona. Habían tenido enfrentamientos violentos. En los audios Luque se refiere a él en términos muy irrespetuosos.

Lo llama "este viejo de mierda quién se cree que es". Y cuando se entera de su descompensación final, reflexiona: "el gordo se va a cagar muriendo".

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