Gran maestro de la masonería argentina: "Vázquez es un hermano arquetípico"

Ángel Clavero elogió el "temple, aplomo, discreción" y su don de mando. "Es alguien que conjuga perfeccionamiento filosófico con acción responsable"

Tabaré Vázquez adquirió "las características arquetípicas del hermano masón": aplomo, temple, discreción, saber escuchar, reflexionar y mandar", dijo a Búsqueda Ángel Jorge Clavero, el gran maestro de la Gran Logía másonica argentina.

Clavero dijo que el presidente uruguayo es alguien "que busca el perfeccionamiento filosófico" y al mismo tiempo conjuga "la acción esforzada y responsable".

La masonería está presente en Uruguay desde 1856 y cuenta con alrededor de 7.000 miembros activos.

Vázquez está dentro de la organización en una categoría denominada en el argot masónico como "en sueños", es decir que está autorizado momentáneamente a no concurrir a las reuniones semanales por su condición de presidente de la República.

Cuando termine su gestión volverá a ocupar su lugar en la institución.

El mandatario ingresó a la masonería en los años 80, siendo ya médico de la Asociación Española. Fue fundamental en su entrada su relación con el gerente general de la institución, Oscar Magurno, otro integrante ilustre de la organización.

Antes que Vázquez, fueron presidentes y masones los nacionalistas Manuel Oribe, Juan Francisco Giró, Atanasio Aguirre, y los colorados Gabriel Pereira, Francisco Vidal, Feliciano Viera, Gabriel Terra y Tomás Berreta.

El Gran Maestro Clavero, de 73 años, ingresó a la masonería en 1984. Fue tres veces elegido como máxima autoridad en 2008, 2011 y 2017.

La institución se llama "Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones" y tiene 12.000 miembros, pocos comparados con un país como Brasil que tiene 230.000 miembros.

Los masones de la región se encontraron el fin de semana pasado en el Hotel Sheraton de Colonia del Sacramento. Mientras sesionaban, dijo Clavero, los tómo "de sorpresa" la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic.

"Sabíamos que había algún inconveniente, pero nadie esperaba que renunciara (...) Los uruguayos, como hombres de la democracia, sabrán cómo subsanar estos problemas institucionales".

 

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