Gonzalo Aemilius, el cura uruguayo que sedujo al papa Francisco

En una de sus primeras misas ante los ojos del mundo, el santo padre presentó a un joven sacerdote fanático de La Vela, de Peñarol y de las redes sociales

“Mañana a la Plaza San Pedro con la bandera URU a full y bien temprano” El loco que va a estar saltando voy a ser yo”.

El twitter del cura uruguayo Gonzalo Aemilius se recalentó este domingo cuando apareció junto al papa Francisco en una capilla del Vaticano.

Aemilius, de 32 años, es un hombre que ha ido ganando fama en los últimos años, primero por ser alma mater del Liceo Jubilar, una iniciativa de la Iglesia Católica que generó un antes y un después en educación dentro de contextos críticos.

Precisamente el Jubilar fue el motivo que unió las vidas de Gonzalo y papa argentino a partir de una donación que el exarzobispo de Buenos Aires hizo al centro educativo de Gruta de Lourdes. Aemilius fue removido de la dirección en octubre de 2012 por monseñor Nicolás Cotugno y trasladado a la parroquia San Lorenzo de Manga. 

Francisco presentó a Aemilius como el prototipo del cura que él quiere para los próximos años: de a pie, sensible con el sufrimiento de los más pobres, cercano a las nuevas formas de relacionarse a través de los medios.

El encuentro entre Francisco y el joven uruguayo ha sido un golazo para él pero sobre todo para la Iglesia uruguaya

En ese sentido, Gonzalo Aemilius ha mostrado ser una personalidad notable en el terreno del marketing. Unos días atrás fue presentado con bombos y platillos como el socio 60.000 de Peñarol, una posición reservada a las celebridades aurinegras como Diego Forlán (Nº 40.000). Se trata de otro punto de contacto con el máximo sacerdote católico del mundo, un pertinaz hincha de San Lorenzo de Almagro.

Una nota del diario El Observador destaca que Aemilius fue alumno del Liceo Pedro Poveda, donde se plantó la semilla de su fe religiosa. Miembro de una familia sin antecedentes eclesiásticos, Gonzalo fue un adolescentes rockero, de pelo largo y con un noviazgo de seis años que quedó sin futuro ante la presencia de Dios en su vida.

Fanático de La Vela Puerca y No te va Gustar, y un habitué a los bailes con amigos, le costó mucho convencer a sus padres que dejaría todo por el sacerdocio. En una familia de no creyentes, todo ocurrió sin grandes fisuras. Fue parte de un proceso: primero se bautizó, tomó la comunicación y se confirmó.

Pero a los 18 años una sesión terminó por decidirlo por la vida espiritual, lo que implicaba el celibato y el alejamiento de las grandes pasiones humanas para ser un pastor.

“No perdés ninguna atracción sexual, no perdés ninguna pasión. El tema no es controlarse, es encauzar. Yo tengo un montón de energía vital que ¿dónde la canalizo?, ¿dónde la entrego? En lugar de volcarla en un acto sexual, la vuelco en otro tipo de cosas”.

Hacía tiempo que se preguntaba qué iba a hacer con su vida cuando finalmente decidió que su vida sería casta y pura.

Lo cuenta así: “Estaba en todo ese dilema, y un día fui a misa y escuché una lectura que me encantó, la del joven rico: se acerca un joven y le pregunta a Jesús: ‘¿Qué tengo que hacer para lograr la vida eterna y ser feliz?’ Y Jesús le responde: ‘Cumple los mandamientos’. El joven le contesta: ‘Lo vengo haciendo desde chico, ¿qué más?’. Y Jesús le dice: ‘Vende todo, ven y sígueme’.

En ese sentido, había un punto de contacto con la forma en que fue criado por su familia. “Me enseñaron a vivir en el deber ser”.

En el resto de las cosas todo siguió su propio camino. La natural curiosidad de Gonzalo lo acercó a las nuevas tecnologías. Como buen líder de la comunidad, sabe de la necesidad de comunicarse, de llegar a la mayor cantidad de personas.

En ese sentido, podés seguir a Aemilius por las redes sociales a internet.  

 

Twitter: https://twitter.com/gonzaloaemilius

 

 

Blog: http://mnpgonza.blogspot.com/

 

 

Facebook https://es-la.facebook.com/gaemilius

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