Incendios atizados por una sequía sin precedentes arrasan cientos de miles de hectáreas en la provincia argentina de Corrientes (noreste) y provocan millonarias pérdidas económicas y graves daños ambientales, dijeron autoridades, productores y ecologistas.
Fuego y sequía arrasan el noreste de Argentina
Incendios atizados por una sequía sin precedentes arrasan cientos de miles de hectáreas en la provincia argentina de Corrientes (noreste) y provocan millonarias pérdidas económicas y graves daños ambientales, dijeron autoridades, productores y ecologistas.
El último reporte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), del 7 de febrero, estimó el área afectada en 520 mil hectáreas de pastizales y cultivos, aproximadamente un 6% del territorio provincial, un área equivalente a Serbia.
El fuego avanza cada día consumiendo miles de hectáreas pero el humo impide mediciones satelitales actualizadas. No se han reportado aún víctimas entre pobladores.
"Se queman a un ritmo de 20 mil hectáreas por día, ahora deben ser en total unas 700 mil hectáreas. El humo dificulta la observación de los satélites desde hace una semana. No hay antecedentes históricos", dijo desde la región a la AFP Nicolás Carlino, de la asociación de productores Coninagro.
La entidad estimó el martes que se perdieron al menos 4,2 millones de dólares (al tipo de cambio oficial) en el tradicional cultivo argentino de yerba mate, 44,6 millones en sembradíos de arroz y otro tanto por la mortandad de al menos 70.000 cabezas de ganado.
El Servicio Nacional de Manejo del Fuego reportó este miércoles seis grandes focos activos de incendios, en Curuzú Cuatiá, Concepción, San Miguel, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto y Bella Vista, y sólo uno ya contenido, en Mercedes.
El gobierno nacional envió a Corrientes cuatro aviones hidrantes, dos helicópteros y un centenar de brigadistas, con apoyo del Ejército y la Fuerza Aérea, mientras defensa civil y bomberos locales, con la ayuda de pobladores y productores, luchan contra la expansión del fuego.
La sequía comenzó a mediados de noviembre y los incendios en diciembre. Actualmente la provincia, situada entre los ríos Paraná y Uruguay, registra lluvias inferiores a los 10 a 15 milímetros, cuando la media para la época es de hasta 200 milímetros, y una humedad relativa del 15%, cuando lo habitual para la época es 70%, dijo Carlino.
El Servicio Meteorológico Nacional pronostica algunas lluvias leves en la provincia recién para el próximo domingo. La ciudad capital, Corrientes, ha sido cubierta intermitentemente por nubes de humo desde principios de enero, informó la prensa local.
El fuego amenaza también en estos días los esteros del Iberá, un área de 12.000 kilómetros cuadrados de pantanos y lagunas, hábitat de yacarés, anfibios, ofidios, iguanas y 350 especies de aves, dijo a la AFP el ecologista local Luis Martínez.
"Es un impacto severo, originado en la deforestación, la desertificación y el mal uso de la tierra, que ahora se combina con un nuevo régimen de lluvias provocado por el cambio climático", evaluó Martínez, y atribuyó LOs incendios a la "imprudencia" en la quema de pastizales para renovar la tierra o, incluso, controlar eventuales incendios.
"No hay incendios de manera natural, lo dicen los bomberos y los lugareños", afirmó el ambientalista.
Corrientes ya perdió el 60% de sus humedales, el 40% de sus pastizales y unas 23.000 hectáreas de bosques nativos, estimó Martínez.
La gran mayoría de los animales silvestres se verán afectados de algún modo y dejará al borde de la extención a algunas especies de aves y reptiles, aseguró.
edm/gm
FUENTE: AFP
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