Eutanasia para un hombre trans porque se sentía "un monstruo"

De 44 años, Nathan dejó de ser Nancy por una operación de reasignación sexual. Pero no quedó contento con el resultado. Bélgica aceptó darle una muerte piadosa

Nathan Vershelt es un hombre trans consiguió el permiso del estado belga para que se le practicara eutanasia en función del “sufrimiento psicológico insoportable” que padecía al “no sentirse un hombre completo”.

A los 44 años, Vershelt se había sometido a una intervención de cambio de sexo que no terminó como él quería. La aplicación de testosterona no había generado cambios suficientes.

Nathan sentía que seguía siendo Nancy a pesar de los meses que llevaba aplicándose hormonas masculinas.

“Mis pechos y mi pene no me convencen. No quiero ser un monstruo”, explicó Nathan.

El caso reabre el debate sobre la transexualidad, pero sobre todo el de la eutanasia, informa hoy el diario ABC en base a un informe de The Telegraph.

Bélgica aprobó una ley de muerte asistida y las estadísticas demuestran una tendencia creciente de las muertes asistidas. Solo en 2012 se produjeron más de 1.400 casos, un 25% más que el año anterior.

Wim Distelmans, el facultativo que accedió a dejar morir a Vershelt acreditó que el paciente se encontraba en un momento de “increíble padecimiento” y reunía las condiciones exigidas por la ley belga para practicarle la eutanasia.

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