Escalaron la pared natural más alta del mundo en dos semanas

Solo con sus manos y pies, sin herramientas, solo con cables de seguridad. Durmieron colgados de la montaña. Todo un récord.

 

Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson miraban cada pocos segundos hacia el cielo. Buscaban el último tramo de pared, los recovecos y las grietas en el granito que les separaban de la historia.

Después de más de dos semanas sin pisar el suelo del valle de Yosemite (California), lograron ascender el Dawn Wall, el muro vertical de “El Capitán”, considerado el más difícil del mundo.

Nadie antes había conseguido superar sus 914 metros de altura en estilo libre, sin más ayuda que sus pies y sus manos, protegidos únicamente por las cuerdas de seguridad.

A las diez la mañana de este miércoles, los dos jóvenes escaladores, estrellas de este deporte en Estados Unidos, ajustaban su arneses ante las cámaras de televisión, que retransmitieron en directo su ascensión a la pared de granito más lisa y más alta de Norteamérica.

El primero en abrirse camino fue Caldwell, campeón del mundo con sólo 16 años y líder de la ascensión durante estos 19 días.

En los últimos metros decidió esperar a su compañero, Jorgeson, afectado por lesiones en las manos y obligado a descansar durante varias jornadas tras perder la piel de los dedos.

Nadie había ascendido antes los 914 metros de la imponente “pared del amanecer” si la ayuda de cuerdas y herramientas.

 

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