El presidente José Mujica dijo que posiblemente haya más cambios en los ministerios y empresas del Estado, aunque explicó que "no serán cambios por el cambio en sí".
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"Tengo 77 años, no tomo píldoras y voy a gobernar hasta el final"
Mujica ratificó que el rumbo de su gobierno está en sus manos y reconoció sus diferencias con Astori. "Unos quieren mejorar el capitalismo y otros soñamos con más"
Señaló que el único lugar en donde no se podrá hacer cambios es en el Banco de Previsión Social, porque "hay que cambiar a un equipo en forma global".
En el programa de Televisión Nacional del Uruguay (TNU) "La sed y el agua", el presidente explicó anoche que se dio "una importancia desmedida" a los cambios en el gobierno.
Mujica dijo, medio en serio medio en broma, que está abierto a "recibir renuncias y también propuestas" tanto de la oposición como de su propio gobierno.
El presidente criticó la "penosa actitud" de la oposición política en el Parlamento, en contraposición de los intendentes -especialmente los que pertenecen a partidos opositores- que han tenido una "actitud notable", en obvia alusión al logro de la Patente Única de Rodados.
Sobre las diferencias dentro del Frente Amplio, que salen a luz pública, Mujica explicó que "hay una manía de eructar por la prensa. Confundimos ruido con política".
Además, afirmó que en el Frente Amplio se siguen expresando distintas corrientes, una de ellas está en el Ministerio de Economía y está en manos del vicepresidente Astori. Hay otra corriente, en la que se incluyó, "quiere algo más" que "mejorar el capitalismo".
En tono desafiante, Mujica reafirmó el rumbo que debe seguir el gobierno en esta segunda mitad: "tengo 77 años y no tomo ni una pastilla. Voy a gobernar hasta el final".
También destacó que no deja un sucesor, porque en general "eso sale mal tanto para que el que lo señala" como para el candidato. "Yo no dejo sucesor, no dejo delfín. El que venga que se las arregle", aseguró luego de las especulaciones que hablaban de su predilección por Raúl Fernando Sendic como un eventual presidenciable o integrante de una fórmula con Tabaré Vázquez.
SIN PASTA PARA PRESIDENTE. Mujica confesó además que no tiene "pasta para presidente". "Yo sé que mi manera de ser rompe el esquema que tiene la gente de lo que es ser un presidente", comentó.
El mandatario reconoció además que ha sido más distinguido en el ámbito internacional que en su propio país, en donde suele ser criticado incluso por dirigentes de su propio sector.
"Le tengo que agradecer al ámbito internacional. Pero es algo muy uruguayo. ¿Fulano de tal campeón del mundo? ¡Si era vecino mío! El hecho que la canciller alemana nos haya incluido en su agenda -sólo acepta la visita de 5 jefes de Estado por año- es un mérito para el Uruguay y para mi persona", agregó.
Mujica dijo que la "buena imagen de Uruguay" lo ha hecho visible a nivel internacional, en los encuentros de presidentes,
"Que nos inviten a una cena (en la cumbre) en Cartagena. Nosotros estuvimos en la mesa con (Barack) Obama. Yo creo que no fue casualidad. Será por las diez palabras, cuarenta palabras que sé en ingles", bromeó.
Mujica señaló que el puerto de aguas profundas es una "de las grandes decisiones" que deberá llevar a cabo su gobierno en los próximos dos años y medio.
Para él, "es estratégico" para el país, especialmente en su relación con los vecinos, Argentina y Brasil.
El presidente reconoció que Uruguay no tiene un libre tratado con sus "mejores clientes", pero sí lo ha logrado con un país lejano como México.
Reconoció que la llamada "política diplomática de buena vecindad" es un mal necesario para una economía pequeña como la uruguaya.
Así lo definió Mujica: "Soy amigo de la Argentina, más que de los Kirchner"
"Uruguay no puede torpedear proyecto Mercosur. Pero tenemos que evitar una dependencia extrema con la economía brasileña y argentina. !"Nuestro principal cliente es Brasil y Argentina es importante, pero tenemos que cuidarnos del abrazo del oso", añadió.
EL GASTO SOCIAL. Entre los "debe" de su gestión, Mujica reconoció que el 26,5% de los niños del Uruguay están por debajo de la línea de pobreza. "Es una cuenta que debemos", comentó.
Mujica deslizó en la entrevista le necesidad del gasto social. Se trata de un tema estratégico para el presidente de cara a la segunda mitad de su mandato, y un tema de debate con el astorismo, que propone gasto cero en la próximo Rendición de Cuentas.
Otros de los "números rojos" de su gobierno, según dijo, es el tema de la violencia social, un problema que se arrastra desde hace muchísimos años pero quedó en clara evidencia el aumento de la llamada "violencia no criminal"
El presidente puso como primer ejemplo del fenómeno cultural las picadas de motos que han traído decenas de muertes de jóvenes.
"Creo que desde el punto de vista histórico estamos peor que antes. Los muchachos se dan una moto contra la otra y se tapan los ojos, y nadie entiende", afirmó.
"Hay una vivencia agresiva en la calle", dijo Mujica y recordó 40 asesinatos por violencia doméstica.
Mujica aseguró que otro indicador de los problemas sociales que debe afrontar Uruguay son los homicidios por ajustes de cuentas, un tema que se instaló en la sociedad "de la mano de la droga". Para Mujica no alcanza con educación, ni con represión, y de políticas carcelarias. "Tiene que tener una respuesta global", aseguró.
El gobernante quiso llamar la atención sobre lo que significan estas cuestiones que dejan miles de familias diezmadas.
En tal sentido, habló del valor de la vida "La gente debería tener en cuenta que el hecho de estar vivo es un milagro. Venimos del silencio mineral y vamos hacia el silencio mineral", reflexionó.
En contrapartida, el presidente dijo que "hay que dar sin esperar retribución" y defendió su aporte personal al Plan Juntos, que se estima en el orden de 121.000 dólares en dos años. "Yo soy un viejo con una pa' salir. Ojalá tuviera más para dar", concluyó.
En dos años -informa El Observador- los privados aportaron 1,5 millones de dólares en donaciones al plan de viviendas sociales.
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