Policía creará una unidad para resolver los "ajustes de cuenta"

La explicación del aumento de los homicidios se debe a la nueva realidad de los orgaizaciones de narcotraficantes

 

La Policía de Montevideo decidió crear una unidad especializada para la investigación de ajustes de cuenta, informa hoy Búsqueda.

Los investigadores armaran un mapa de las organizaciones criminales con sus respectivos organigramas. El gobierno viene insistiendo desde hace tiempo en que la sucesión de asesinatos está relacionado con decisiones que se toman adentro de las cárceles. La mayoría de los jefes narcos uruguayos están presos en el Penal de Libertad y operan a sus grupos al mejor estilo de organizaciones como el Primero Comando da Capital (PCC) de Brasil o La Mara Salvatrucha de El Salvador,

Si bien se está lejos de esta situación, el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez, dijo que se trata de un asunto que se encuentra en un estado”embrionario” en la sociedad uruguaya.

El aumento de los homicidios en Uruguay se explica, en gran parte, por la acción de las bandas criminales, que instalaron el sicariato como una tendencia creciente. Problemas territoriales por la venta de drogas y otras diferencias entre los líderes terminan con enfrentamientos a tiros o ejecuciones.

Se trata de homicidios difíciles de abordar y resolver por sus características. Por lo general no tienen testigos y los vínculos entre víctimas y victimarios son difíciles de rastrear.

Las muertes en Casavalle de las últimas semanas dan cuenta de este fenómeno. Se trata de una situación que se arrastra desde hace tiempo, pero que se nota especialmente desde 2011. Ese año comenzó con la ejecución del contratista de fútbol Washington “Bocha” Risotto, a quien se había señalado como alguien con vínculos con el narcotráfico.

Le dieron ocho tiros en el barrio Palermo. Nunca hallaron a los responsables, lo que da pie a la versión de la Policía que se trató del trabajo de asesinos a sueldo.

Lo mismo ocurrió hace pocos días atrás cuando Diego Suárez iba a buscar a su hija y terminó fusilado por 15 tiros. El hecho ocurrió en un bar cercano al Hipódromo de Maroñas.

Suárez no era un ciudadano común y corriente. Apodado “El Peligroso”, Suárez había sido internado luego de una pelea a fines de 2012. Días antes de su muerte se había tiroteado con integrantes de una organización que opera en Marconi.

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