A sus dos meses, la pequeña Rosmilay, debería pesar unos 5 kilos pero apenas alcanza la mitad, 200 gramos menos que al nacer.
Niños desnutridos, el rostro más desgarrador de la crisis venezolana
Médicos y organizaciones no gubernamentales trabajan por ayudarlos mientras Nicolás Maduro rechaza la ayuda humanitaria estadounidense.
Su piel adherida al hueso dificulta el tratamiento intravenoso en el hospital pediátrico Los Samanes, en Maracay, a unos 100 km de Caracas.
"Yo soy la que tengo que dar golpes por ahí buscando por lo menos arroz picado en la casa, a veces arroz pelado, me da pena decirlo, o con caraotas, que la gente a veces me ayuda, me dan algo y yo le hago algo al niño", dice Yemilay Olivar, madre de la niña.
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Los niños hambrientos son el rostro más desgarrador de la crisis venezolana, en medio de la severa escasez de alimentos y una desbordada inflación.
Una lata de leche para recién nacidos cuesta el equivalente a 21 dólares, casi cuatro salarios mínimos.
Un estudio de la organización católica Cáritas, de noviembre de 2018, estableció que un 57% de 4.103 menores de 5 años evaluados tenía algún tipo de desnutrición y 7,3% desnutrición severa.
El gobierno no publica indicadores de salud desde 2017.
"El 78% de la población infantil venezolana está en riesgo de algún tipo de desnutrición. ¿Cómo llegamos a esto? Por el quiebre de las industrias nacionales, con expropiaciones, falta de divisas, y al no producir, no tenemos productos en los anaqueles y lo que se tiene que importar prácticamente es imposible cubrirlo con el sueldo básico de una familia venezolana", dice el presidente de la Sociedad Venezolana de Pediatría, Huníades Urbina.
La fundación Kapüy convirtió esta casa antigua de Maracay, donde funcionaba un casino, en una escuela donde se sirven alimentos a unos 20 niños.
"Uno quisiera ayudar a todos pero no se puede, por eso necesitamos la ayuda humanitaria, a como dé lugar, los niños se están muriendo, es muy triste", afirma Daniela Olmos, fundadora de Kapüy.
El drama de los niños desnutridos está ahora en el centro del pulso entre el opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, y el mandatario gobierno de Nicolás Maduro.
Para Guaidó, es urgente que ingresen medicinas y alimentos estadounidenses almacenados en Colombia. No obstante, Maduro niega que haya una crisis humanitaria y sostiene que aceptar la ayuda daría pie a una intervención militar extranjera para derrocarlo.
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