Los accidentes en el transporte profesional

    Los sistemas de transporte profesional y en especial el de pasajeros, tienen entre otros, la misión prioritaria de hacer su uso lo más eficaz y seguro posible.

    Los sistemas de transporte profesional y en especial el de pasajeros, tienen entre otros, la misión prioritaria de hacer su uso lo más eficaz y seguro posible. Ya no hay dudas que el primer atributo de calidad del transporte es la seguridad, por tanto, gran parte de las intervenciones deben dirigirse hacia la prevención de los accidentes, no sólo con el fin de minimizar los costos directos del propio siniestro, sino para evitar el grave impacto que estos tienen dentro de la organización, en la sociedad y especialmente por el fuerte deterioro que pueden ocasionar en la imagen de la empresa.

    El accidente se define, como el resultado final de un proceso en el que se encadenan diversos eventos, condiciones y conductas. Los factores que desembocan en un accidente surgen dentro de la compleja red de interacciones entre  el vehículo, el estado de la vía, la normativa y señalización, la regulación externa, la gestión de la seguridad, la supervisión y, finalmente, el comportamiento del conductor y la situación de sus capacidades psicofísicas.

    Los accidentes no son, pues, el resultado de un factor simple, sino más bien el producto de una conjunción de muchos factores. Cualquier disfunción o problema de interacción entre alguno de ellos, o en cada uno de sus componentes, puede desembocar fácilmente en una situación de riesgo. En la misma línea y como la antesala del accidente, situamos al incidente o accidente blanco, que lejos de presentarse aislado, sigue parámetros característicos de distribución. Hyden en su pirámide de la seguridad demuestra que existe una relación directa entre los incidentes y los accidentes, ya que la ocurrencia de los primeros, indicaría la probabilidad de ocurrencia de los accidentes en las mismas circunstancias.

    Para que quede claro la diferencia entre aquellos, el incidente es la situación de riesgo llevada al extremo pero que no se traduce por varios factores en un accidente. El justo a tiempo. ¿Cuántas situaciones de riesgo vemos en los giros de los vehículos cuando se intercalan con el peatón? Muchas. El conductor arriesga ya sea por fatiga, estrés, apuro o negligencia, variable ésta que de confirmarse, tiene verdaderos efectos jurídicos en su contra.

    Esta hipótesis puede quedar demostrada en la continua ocurrencia de siniestros donde se involucran profesionales. La conducción es una actividad humana que muchas veces está condicionada antes de que la misma se desarrolle.

    Y muchos factores pueden incidir para eso. Por cierto que no olvidamos las dificultades que tiene el contexto en que realiza su tarea. Presiones de horario, tiempo de la jornada, saturación de las vías, etc. Realmente es muy complejo. El accidente es complejo. Más allá del estado psicofísico del conductor, la reiteración de inconductas  lo llevan a un exceso de confianza alejándose del verdadero riesgo objetivo de la situación. A medida que pasa el tiempo y nada ocurre (siniestro) las inconductas son internalizadas en el hipocampo, parte del cerebro donde tenemos la memoria, como un hecho normal. El conductor infravalora el riesgo objetivo o real de la situación y lo subjetiviza de acuerdo con su experiencia. Un verdadero profesional es aquel que conduce dentro de los límites de seguridad impuesto por la normativa, el uso y el sentido común. En todo momento tiene el deber de proteger al más vulnerable aún en su error, o confusión. Está previsto en la normativa del Reglamento Nacional de Circulación Vial, art. 4.7 aún vigente.

    En los giros vemos muchas veces que los conductores de vehículos pesados no perciben el riesgo o no toman en cuenta la hipótesis del posible conflicto con el peatón.

    Simplemente porque es frecuente que dada la situación descripta, el peatón intente siempre  autoprotegerse frente al volumen de masa que lo amenaza y prefiere dar un paso atrás. Siendo un cruce peatonal habilitado la preferencia es del peatón.  

     

     

     

     

     

     

     

     

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