El hombre de 37 años que confesó ser el autor de un mortífero ataque con arco en Noruega fue confiado a los servicios médicos, informó este viernes la justicia noruega, lo que suscitó dudas en torno a su salud mental.
Autor del ataque con arco en Noruega fue puesto en manos de los servicios médicos
El hombre de 37 años que confesó ser el autor de un mortífero ataque con arco en Noruega fue confiado a los servicios médicos, informó este viernes la justicia noruega, lo que suscitó dudas en torno a su salud mental.
"Fue confiado a los servicios médicos el jueves por la noche tras una evaluación de su estado de salud", declaró a la AFP la fiscal a cargo del caso, Ann Iren Svane Mathiassen.
Existen dudas sobre la situación psiquiátrica, y por ende de la responsabilidad penal, de Espen Andersen Bråthen, un danés sospechoso de radicalización islamista que reconoció haber matado a cinco personas y herido a otras tres el miércoles en Kongsberg (sureste).
El jueves Bråthen comenzó a ser objeto de una evaluación psiquiátrica cuyas conclusiones tardarán varios meses.
Este viernes una jueza tiene que pronunciarse sobre la detención provisoria de Bråthen, sin presencia física del sospechoso. Las autoridades pidieron una detención de cuatro semanas, las dos primeras en aislamiento.
En caso de decisión positiva, no será encarcelado, sino colocado bajo responsabilidad de los médicos, precisó la fiscal.
Si para las autoridades noruegas los ataques llevan la marca de un "acto terrorista", no descartan tampoco la posibilidad de que fueran obra de alguien con problemas mentales.
"No hay duda de que el acto en sí presenta indicios que sugieren que puede ser un acto terrorista, pero ahora es importante que la investigación avance y que se aclare el móvil del sospechoso", dijo el jueves el jefe de los servicios de seguridad noruegos (PST) Hans Sverre Sjøvold.
"Es una persona con idas y venidas en el sistema de salud durante algún tiempo", agregó al respecto Sjøvold.
Vigilado en el pasado por radicalización, Bråthen, converso al islam desde hace unos años, admitió durante el interrogatorio haber cometido el ataque, armado con un arco y flechas.
El sospechoso forma parte de las personas "fichadas" por el PST, pero por el momento han trascendido pocas informaciones sobre ello.
"Hubo temores relacionados con una radicalización" del individuo que llevaron a las autoridades a vigilarlo, había señalado el oficial Ole Bredrup Saeverud, precisando que esas sospechas remontan a 2020 y antes.
Según la prensa noruega, en el pasado se dictaron dos condenas contra Bråthen: la prohibición el año pasado de visitar a dos familiares después de que amenazara con matar a uno de ellos y un robo y compra de hachís en 2012.
Varios medios también han difundido un video de 2017 en el que realiza una profesión de fe. "Soy un mensajero. Vine con una advertencia: ¿es realmente lo que queréis?' (...) Sois testigos de que soy musulmán", declara amenazante.
Bråthen, que probablemente actuó solo según la policía, mató a cuatro mujeres y un hombre de entre 50 y 70 años, en varios lugares de Kongsberg, una pequeña ciudad de 25.000 habitantes a unos 80 km al oeste de Oslo.
Un vecino que pidió el anonimato describió al sospechoso como una persona sombría. "Nunca una sonrisa, ninguna expresión en el rostro", dijo a la AFP. Y "siempre solo".
Las autoridades noruegas consiguieron frustrar varios proyectos de atentados islamistas en los últimos años.
Pero dos ataques de la extrema derecha en la última década han empañado la historia del país.
El 22 de julio de 2011, Anders Behring Breivik mató a un total de 77 personas al detonar una bomba cerca de la sede del gobierno en Oslo, antes de abrir fuego en un mitin de las Juventudes Laboristas en la isla de Utøya.
Y en agosto de 2019, Philip Manshaus disparó contra una mezquita en las afueras de Oslo, antes de ser sometido por la multitud, sin que hubiera heridos graves. Antes del ataque abatió por racismo a su hermana asiática adoptada.
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FUENTE: AFP
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