Armin Laschet, el heredero malquerido y algo torpe de Merkel

Alabado por su capacidad para reconciliar bandos, el conservador Armin Laschet quiere convertirse en el heredero de la línea moderada y proeuropea de Angela Merkel, pero para ello tiene que sobreponerse a su persistente impopularidad, agravada por sus numerosos pasos en falso.

Alabado por su capacidad para reconciliar bandos, el conservador Armin Laschet quiere convertirse en el heredero de la línea moderada y proeuropea de Angela Merkel, pero para ello tiene que sobreponerse a su persistente impopularidad, agravada por sus numerosos pasos en falso.

A solo un mes de las elecciones legislativas que marcarán el fin de los 16 años de gobierno de Angela Merkel, este hombre de 60 años, afable y con una característica sonrisa tímida, tiene una tarea titánica ante sí: convencer a la opinión pública.

Solo el 12% de los alemanes lo elegirían como canciller, según el último estudio demoscópico de Insa, lo nunca visto para un candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) antes de las legislativas.

Algo que afecta a todo el partido, que bajó a poco más del 20% en intención de voto. Y según un sondeo podría estar debajo de sus socios de gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD).

- "Armin el turco"-

Laschet es considerado un heredero natural de Merkel, que es claramente su modelo político. Este padre de tres hijos es un "europeísta entusiasta" y fue uno de los pocos que apoyó sin reservas a la canciller en su decisión de acoger a cientos de miles de migrantes de Siria y Afganistán en 2015.

Sus convicciones sobre este tema vienen de hace tiempo. Su amplia política de integración cuando era ministro regional en 2005 le valió el apodo de "Armin el turco" dentro de la CDU.

La diversidad étnica no es "una amenaza, sino un reto y una oportunidad", declaró en 2009.

Armin Laschet nació en febrero de 1961 en el seno de una familia modesta de Aquisgrán, en la región de Renania del Norte-Westfalia, que dirige desde 2017.

Su padre empezó trabajando de minero y llegó a ser profesor. "Me mostró que trabajar vale la pena, que el ascenso social es posible", dijo en una autobiografía.

Ferviente católico, Laschet conoció a su esposa en la coral de la parroquia, estudió Derecho y trabajó como periodista antes de lanzarse a la política.

Tras cinco años en el Bundestag, ejerció como eurodiputado, entre 1999 y 2005, especializado en política internacional y cuestiones de seguridad.

Laschet fue dado como perdedor en muchas ocasiones, pero sorprendió por su resistencia.

En abril, Laschet, que preside desde enero la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido de Merkel, logró imponerse al popular líder la pequeña formación bávara CSU, Markus Söder, después de una guerra interna feroz.

- Muerto de risa -

Se aprovechó luego de las meteduras de pata de la candidata ecologista, Annalena Baerbock, a la que los sondeos daban en cabeza, para recuperar terreno. Laschet presenta un programa electoral poco definido pero tranquilizador, algo que entronca con el credo de Merkel de no hacer experimentos en periodo de campaña electoral.

Pero las inundaciones en el oeste de Alemania a mediados de julio, que dejaron 190 muertos, unos cincuenta en la región que él dirige, pusieron a prueba sus capacidades para gestionar una crisis.

Y, como durante la pandemia, se distinguió por una increíble torpeza.

Durante una ceremonia de homenaje a las víctimas de las inundaciones, una imagen causó estupefacción en Alemania. Laschet, en segundo plano detrás del jefe del Estado, Frank-Walter Steinmeier, aparece muerto de risa.

Además, tuvo que reconocer que hubo "errores" ante las acusaciones por plagio de un libro escrito en 2009.

Cada vez que pide perdón pierde intención de voto y michos dudan de que pueda dar la vuelta a esta tendencia, pero él no se quiere dar por vencido.

Así, en una entrevista televisada en julio, avisó que "muchos se equivocaron" sobre su evolución en política.

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FUENTE: AFP

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