La trama oculta: según Cosmo aval se armó después de la subasta

Un intercambio de mails entre el "caballero de la derecha" y el dueño de Cosmo dejan constancia de ello. El negocio y el acuerdo con el gobierno.

 

Más de 20 correos electrónicos entre Hernán Calvo Sánchez, quien subastó los aviones de Pluna, y Antonio Álvarez, dueño de Cosmo, dan cuenta de cuál era el negocio detrás de la subasta, del acuerdo con el gobierno y cómo se tramitó el aval.
Fue el mismo titular de la empresa Cosmo quien reveló estos mails al diario El País. 

Lunes 1º de octubre de 2012, 15.49 horas; se estaba llevando a cabo la subasta:

"Tal como hablamos por teléfono, voy a presentar la oferta por Cosmo de los aviones de Pluna. En cuanto termine te llamo y te cuento que tal salió. Obviamente que no implica ningún compromiso para Cosmo, quizás algo a nivel mediático. Te aviso por si algún periodista llamase a tu oficina (no creo), pero en tal caso diles que tienes un funcionario en la subasta (no des nombres tampoco), y si preguntan no digas que tienes relación con Buquebus. Estamos en contacto. Te aviso apenas salga", decía Calvo Sánchez al dueño de Cosmo y su mano derecha, Gabriel Zarza.

Lunes 1º de octubre de 2012, 16.11 horas:

"Acaba de terminar la subasta. Hemos ganado, Cosmo se ha quedado con los aviones por US$ 137 millones. No te preocupes, que estoy negociando para que los recompre el Estado en este mismo momento…Y se los alquilará `seguramente` a BQB".

Los textos confirman que Calvo Sánchez actuó bajo las órdenes del propietario de Buquebús, Juan Carlos López Mena, a quien alude en varias oportunidades bajo el nombre de "mi presi". Hay uno que da cuenta de que usó su segundo nombre y apellido para que no lo vincularan a Buquebús. También dejan claro que Cosmo actuaba junto a Buquebús.

El 10 de octubre Calvo Sánchez le comenta a Antonio Álvarez  y sus colaboradores que "el tema en uruguay está dando un giro importante" pues "el gobierno no quiere que sea Cosmo la que entre en la operación ni tampoco BQB. Parece que se hará una nueva sociedad entre el Estado y otros empresarios, etc, que adquirirían el paquete y luego se lo alquilara a BQB, o ya no se que harán, porque cada día cambian la película".

El 22 de octubre, 21 días después de la subasta, Calvo pidió un poder notarial a Cosmo para actuar en nombre de la firma en Uruguay. Esto evidencia que los documentos que debería haber usado para tramitar el aval ante el BROU fueron preparados después de la subasta y que en algunos casos se cambió la fecha para dar la apariencia de que se presentaron en tiempo y forma.

El 21 de noviembre les advierte que un notario del BROU irá a las oficinas de Cosmo en España para reclamar el pago de la subasta. "Evidentemente solo habrá que recibir la comunicación. Cuando la tengan por favor pásenmela escaneada", dice Calvo Sánchez a Antonio Álvarez y a Gabriel Zarza.
 

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