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La fiscal Guianze va por Nino Gavazzo en el Caso Julio Castro
Después de procesar al ex policía Zabala como cómplice, el juez Fernández Lecchini
El juez Juan Carlos Fernández decidió juzgar a Zabala por "complicidad en homicidio especialmente agravado" y rechazó el pedido de la defensa del imputado de prescripción del delito, al considerar que el crimen que se le atribuye es de lesa humanidad.
Zabala es señalado como responsable de detener a Castro el 1 de agosto de 1977, cuando la víctima tenía 68 años de edad, en un operativo que sabía que era ilegal, según reconoció el propio agente ante la Justicia.
Carta de la esposa de Julio Castro al dictador Gregorio Álvarez
En el mismo auto, el juez determinó no procesar por este crimen al excoronel de los servicios secretos de la dictadura uruguaya, el general José Nino Gavazzo. El hecho de otorgarle "el beneficio de la duda" generó disgusto en la fiscal Mirtha Guianze que, aseguró, se apelará el fallo. Gavazzo está preso en la cárcel militar de Domingo Arena. Junto a otros militares, fue procesado por el juez penal de 19º Turno, Luis Charles, a una pena de 25 años de penitenciaria como como coautor de 28 delitos de homicidio (“Caso Segundo vuelo”) muy especialmente agravados en reiteración real.
El magistrado señaló que no existe evidencia suficiente para probar que Nino Gavazzo fuera el jefe del destacamento que ordenó el secuestro y la muerte del veterano maestro y periodista.
Juan Ricardo Zabala fue escrachado por organizaciones de familiares de detenidos-desaparecidos en su casa en un complejo de viviendas en La Aguada. Posteriormente se mudó al balneario La Coronilla, Rocha.
A principios de diciembre, Zabala fue señalado como responsable del secuestro por otro ex policía, Julio César Barboza, un subalterno que abandonó el Servicio de Información y Defensa quince días después del secuestro de Julio Castro.
El 1° de agosto de 1977, el oficial principal Zabala le ordenó que lo acompañara al operativo que terminó con el secuestro del docente, que entonces tenía 68 años.
Junto a otros oficiales, esperaron a Castro en Rivera y Francisco Llambí. El militante estaba haciendo gestiones para la salida del país de prófugos de las Fuerzas Conjuntas vía la Embajada de México, según una investigación de Brecha.
Esa mañana había ido a visitar al oficial de la Armada Oscar Lebel, pasado a retiro luego del Golpe de Estado.
El Servicio de Información y Defensa, dirigido por José Nino Gavazzo, hizo publicar un aviso en el diario El País intentado encubrir el verdadero destino del maestro Castro, un reconocido pedagogo en América Latina. .
En la publicación se afirma que Julio Castro había abandonado Uruguay el 4 de octubre en un vuelo de Pluna hacia Buenos Aires.
La realidad fue bien distinta: Castro murió durante las horas posteriores al secuestro. Por lo que se sabe murió a La Casona, un centro de detención clandestino situado en Millán y Loreto Gomensoro.
"Cráneo estallado por bala de alto calibre". "Huellas indicando que los pies estuvieron atados con alambre". "Manos atadas con cuerda larga", fueron las principales conclusiones del estudio forense realizado sobre los restos humanos hallados el 21 de octubre de 2011.
La primera denuncia fue en 1985, pero recién ahora tuvo andamiento.
Con la asunción de Julio María Sanguinetti, la familia pudo presentar una denuncia penal por la desaparición el 28 de junio de 1985 pero no tuvo mayores repercusiones y con la aprobación de la Ley de Caducidad las actuaciones quedaron congeladas.
En 2003 la Comisión para la Paz consideró que los restos de Castro habían sido enterrados en el Batallón 14 y en 1984 fueron exhumados y tirados al Río de la Plata.
La esposa de Julio Castro mandó una carta al Gral. Gregorio Álvarez, pidiendo por él pero no hubo respuesta. Castro había sido maestro de escuela del dictador en la Escuela Sanguinetti de la avenida 8 de octubre. Ella no lo sabía, pero era demasiado tarde.
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