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Análisis de credibilidad de presuntos abusadores y homicidas: así es la sala de Policía Científica que analiza gestualidades

La Policía Científica cuenta con una sala donde un equipo especializado analiza microexpresiones y lenguaje corporal de indagados y testigos. La herramienta ya ha sido clave en casos de abuso sexual y homicidios.

Picor en las piernas, brazos cruzados, un gesto mínimo en la cara. El cuerpo dice cosas que la boca calla. Y esas señales quedan registradas y son analizadas en una sala especializada de Policía Científica, destinada a entrevistar a presuntos abusadores, violadores y homicidas.

El trabajo lo realiza el Área de Semiología de Científica, que busca descifrar qué comunica el cuerpo –en indagados, testigos y presos por orden judicial– más allá de las palabras. Cada mes, entre 10 y 15 personas pasan por allí.

Tres funcionarias se encargan del análisis de microexpresiones y lenguaje corporal, apoyadas en el sistema FACS, que codifica los gestos faciales. Por sus características, el lugar es similar a una cámara Gessell. Tiene cámaras de filmación permanente y audio, explicó la jefa de Semiología de Policía Científica, Isabel Ledesma.

Estas expertas pueden determinar cuán coherente resulta el relato de una persona. Pero no concluyen si es culpable ni si estuvo implicada en el hecho. Sus informes, sin embargo, han sido clave en investigaciones de abusos sexuales y homicidios, y en algunos casos han derivado en confesiones.

A partir de lo que se observa de la persona, se puede llegar a hacer un análisis semiológico y eso derivar en pistas del perfil de la víctima y el victimario, y el posible móvil del crimen.

Las policías mostraron a Subrayado ejemplos de cómo observan e interpretan esos movimientos. A veces el cuerpo reacciona de manera involuntaria; otras, intenta controlarse. Pero casi siempre deja señales.

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