La suerte es loca... Le toca al que le toca
Mi pequeña hija recita una frase inocente que aprendió en el Jardín: "La suerte es loca, le toca al que le toca". En los partidos de Uruguay, hemos repetido que fue la selección de
Mi pequeña hija recita una frase inocente que aprendió en el Jardín: "La suerte es loca, le toca al que le toca".En los partidos de Uruguay, hemos repetido que fue la selección de la Mala Suerte, de las pelotas en los palos y del "qué faltó”.
Más allá de la casquivana dama que nos toca o no con su varita mágica, hay que reconocer que Uruguay fracasó.Y consta en actas y viejos archivos que también fracasaron mis pronósticos y sesudos análisis pre-Juegos.
El fracaso no significa que somos fracasados.En todo caso, no hemos tenido éxito pero seguramente -si sacamos jugo al descrédito - podemos corregir lo fallado.
Me declaro hincha de esta selección y no me aferro a la máxima que señala que lo único que sirve es ganar... Pero sí admito que perder duele. Por supuesto, más a los futbolistas que a comunicadores e hinchas.
Claramente hubo fallas.No discuto la entrega, el amor a la causa, el respetado sello Tabárez y la rebeldía del segundo tiempo ante Gran Bretaña. Pero...Tal vez muchos pensábamos que si la Celeste recibía dos goles, el ataque iba a responder con cuatro.
Por algo, cuando todavía era un misterio el trío elegido por el Maestro, pregoné desde este blog que Cavani y Suárez eran la receta para hacer historia en los Juegos.
El diccionario dice que se falla cuando algo te sale mal o no se obtiene el resultado esperado.
Como dice el tango, Tabárez y el mágico equipo de Sudáfrica, llegó cuando empezaba a fallar la carpeta.
Tal vez, nos acostumbramos mal.La fiebre mundial, el Balón de Oro de Diego, el estelar momento del Pistolero, la Copa América y el Ranking FIFA.
Tal vez nos emborracharon los éxitos y se sabe que la embriaguez marea, hace perder sentido de realidad y confunde.
Por eso cuesta pasar factura a un equipo que está lejos del potencial de aquel. Para qué... Sería como testear entrega y servicio por la causa.
Se podrá profundizar el análisis -en cambio- en errores colectivos, otros muy marcados en defensa y también decepciones a nivel individual.
Hay que construir sobre la equivocación porque en deporte como en la vida, todo es ensayo y error.
Uruguay se equivocó, los jugadores se equivocaron, Tabárez y nosotros también.
No faltarán voces que nos trasladen a los años del rencor y se refieran al dinero que ganan los cracks y a la motivación de vestir la celeste.
Eso... ya lo viví.
Más como hincha que como joven periodista.
Que me van a hablar de amores y odios si sólo se odia lo querido.
Ya está.
Ya fue.
Ya pasó.
La pelota que no entró, no entró y el partido que no se ganó no tiene revancha.
Pero hay talento, goles y clase de sobra para cambiar la pisada.
Al fin y al cabo, será importante recordar como sentencia el lunfardo 2x4 "que sobra bravura pa'hacerte saltar pa'arriba cuando me entrés a fallar".
Vamos que vamos.
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