Juez ordenó reconstrucción del crimen del policía

Los dos detenidos prestaron declaración este lunes y el juez intentará desentrañar por qué el joven de 24 años actuó con tal brutalidad, efectuando siete disparos.

 

El juez Alejandro Guido definió que este martes, a las 8.00 de la mañana, se realice una reconstrucción de lo sucedido en la madrugada del domingo en el boliche The Clash donde falleció el policía Rodrigo Ducce, de 24 años.

Una de las cosas que pretende descubrir Guido es por qué el joven le disparó siete tiros al agente. Esto en la jerga judicial se define como “brutal ferocidad” o “saña” y se busca desentrañar las razones de ese ataque.

Además, se buscará probar quién salió primero del lugar, la distancia de los disparos, la razón de la golpiza que le dio el hombre de 58 años, instructor de boxeo, al policía.

Los dos detenidos por este crimen son padre e hijo. Ambos prestaron declaración este lunes y volverán ante el juez mañana, martes, para la reconstrucción.

Familiares de Rodrigo Ducce dijeron que trabajaba encubierto y que se conocía e incluso realizaba trabajos en común con Jesús Figueroa, de 21 años, el otro agente baleado este fin de semana. Fuentes policiales consultadas por Subrayado negaron estos datos. El juez Guido también investiga este punto.

EL CASO. Ocurrió en la madrugada del domingo en la esquina de Aquiles Lanza y Soriano. El agente no se encontraba trabajando pero llevaba su arma de reglamento. Estaba con un amigo que lo invitó a tomar un trago al Centro Cultural The Clash, un bar frecuentado por amantes de estilo de vida "punk" y "dark". 

Según pudo saber Subrayado, Ducce Martínez intervino en una pelea que se produjo en el baño del local y que luego siguió en exteriores. Ya afuera, el hombre de 58 años le dio un golpe de puño que lo dejó tendido en el suelo. El hijo de ese hombre, un joven de 24 años, tomó el arma del oficial y disparó a mansalva.

Siete orificios de bala presentó el agente según los médicos forenses: cinco en el cuerpo, uno en la nuca y otro en la boca.

Después de dispararle, padre e hijo siguieron bebiendo a puertas cerradas en el mismo bar. Pero más tarde la Policía los detuvo y ambos confesaron su participación en el hecho. El muchacho que ejecutó los balazos no tenía ningún antecedente penal.

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