El papa Francisco se ha convertido en una figura irresistible: este lunes estuvo a punto de ser “devorado” por un grupo de monjas de clausura durante una visita a Nápoles, informa el diario inglés The Independent.
Papa Francisco, galán entre una multitud de monjas de clausura
Fue de visita a Nápoles y debió ser separado de las entusiastas mujeres. "¡Se lo van a comer!", gritó un cardenal.
Medio en serio, medio en broma, el cardenal Crescenzio Sepe, se vio obligado a intervenir en el principio de motín y pedir un micrófono para pedir: “¡se lo van a comer! ¡Hermanas, hermanas!”
El pontífice argentino habló ante sacerdotes, monjas y seminaristas. Al final de su oratoria, las monjas de clausura -a quienes, como excepción, se les permitió estar en el acto- intentaron llevarle un regalo.
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Francisco aprovechó la ocasión para criticar los chismes como forma de comunicación, inclusive dentro de la vida eclesiástica. “Es una especie de terrorismo”, comentó y agregó: “es una señal que no hay verdadera fraternidad”.
"La persona que siembra chismes es un terrorista que deja caer una bomba, destruye. Pero no es un kamikaze; él queda afuera. Los que se dañan son los demás."
FOTO: The Independent
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