SAN JUAN BAUTISTA EN POCITOS

Parroquia brinda un espacio con comida, ducha "y una escucha" para personas en situación de calle

"Cuando uno viene acá es como que, te liberás un poco", contó Hugo. "Es un lugar de encuentro", contó Cristian. Ambos son usuarios de Espacio Jacinto.

La parroquia San Juan Bautista de Pocitos tiene habilitado un espacio en el que se brinda merienda y una ducha caliente a unas 30 personas en situación de calle. Funciona martes y jueves. Un equipo de Subrayado estuvo en Espacio Jacinto y dialogó con la coordinadora pastoral, así como con usuarios del espacio.

"Es un lugar de encuentro de las personas en situación de calle, que vienen martes y jueves a darse un baño. Se les entrega ropa, comparten una merienda, juegos, y una escucha también para ellos", explicó la coordinadora, Dinorah Freitas.

Hace tres años que Hugo recurre al espacio. Los mismos tres años que hace que está en la calle. "Es la familia que tuve y se me cortó", expresó.

"Es un lugar de encuentro, de reuniones, gente que viene a compartir el tiempo que tiene para la gente que está en situación de calle como nosotros, y quiere realmente encarar, quiere buscar una solución, salir adelante en su vida", contó Cristian Machado. "Hace años" que está en la calle.

"Lo que me llevó a mí a la calle fue el consumo. Hoy por hoy, gracias a este apoyo y todo, hace tiempo que no estoy consumiendo, y tengo un lugar donde estar y no pasar mucho tiempo en la calle", dijo.

"Los voluntarios traemos la comida generalmente. Traemos de nuestras casas torta, pizza, refuerzos, chocolate, café", contó Dinorah.

Cristian afirmó que "por más que esté en la calle", estar "prolijo". "Hago poemas, soy artista callejera arriba del ómnibus, y tengo que estar adecuado al laburo, prolijo", contó.

"Somos todos iguales, unos están en una circunstancia, nosotros en otra, pero podría ser al revés, como dijo el papa Francisco. Si todos hacemos un esfuerzo, tal vez esta situación no se daría", consideró la coordinadora.

"Ninguna experiencia en situación de calle es igual a la otra. Son todas distintas", opinó Hugo. Sobre la suya, dijo que "la mayoría de las veces es dura".

"Cuando uno viene acá es como que, te liberás un poco", afirmó.

Además, la iglesia católica lleva adelante una campaña que se llama "Yo sumo un plato", en la que unos 20 grupos de voluntarios salen a repartir unos 5.500 platos de comida caliente todas las semanas.

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