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DT de Aguada quedó libre; aseguran que no hubo insultos racistas
La fiscal del caso no encontró mérito para pedir procesamiento. Abogada del técnico asegura que no fueron insultos racistas, sino una protesta por la actuación policial.
El director técnico de Aguada, Javier Espíndola, fue detenido en la noche de este sábado por un incidente con un efectivo de la Guardia Republicana en el partido que se jugó en el Palacio Peñarol ante Malvín y en el que los aguateros fueron derrotados por 87 a 77. Espíndola estuvo toda la noche en la comisaría y fue a declarar este domingo ante el juez Pedro Saravia.
El incidente ocurrió cuando el DT de Aguada quiso ingresar al estadio con una botella de Coca Cola light, algo que fue impedido por el efectivo de la Guardia Republicana por estar prohibido. “Le dijeron que no podía entrar con eso y se dio un enfrentamiento con un efectivo”, contó a Subrayado el presidente del club, Flavio Perchman.
Espíndola es diabético y por eso quiso ingresar con la bebida, explicó a Subrayado su abogada, Beatriz Pereyra y agregó que cuando el agente lo impidió él protestó y le dijo que no era un hincha, que es el técnico y que necesitaba la bebida por su enfermedad. Pero el efectivo se mantuvo en su posición y Espíndola "lanzó un insulto al aire", dijo la abogada. La frase fue "giles de mierda". En ningún momento hubo agresiones racistas, aseguró la profesional.
La versión del uniformado dice que Espíndola reaccionó "tirándole las botellas" y diciéndole "milico hijo de puta, negro de mierda, te voy a cagar a palos", aseguró a Subrayado el jefe de la Guardia Republicana, Robert Yroa. Según el testimonio del oficial insultado, Espíndola le dijo eso y siguió rumbo a la cancha. Por eso fue que el efectivo hizo la denuncia policial y esperó al final del partido para detenerlo.
Tras su declaración en el juzgado de Bartolomé Mitre este domingo, la fiscal del caso, Nancy Umpiérrez, no encontró mérito para pedir el procesamiento del técnico, que fue dejado en libertad y el caso fue archivado.
Este hecho se da en medio de una polémica por la violencia en el deporte, por la que las autoridades incluso se plantean hasta la posibilidad de que los partidos de alto riesgo se jueguen sin público.
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