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Constatan graves violaciones a los DDHH en hogar de Colonia Berro
El Instituto Nacional de Derechos Humanos señala, entre otras cosas, que los menores del Hogar Ser pasan 23 horas encerrados por día y que incluso hay celdas sin baños.
Un informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos realizado tras la recorrida del 14 de mayo constata la grave situación que se produce dentro del Hogar Ser de la Colonia Berro. Da cuenta de que los internos pasan entre 20 y 23 horas encerrados y el INAU incumple una sentencia del 2008, que exige la reducción de estas horas, entre otros puntos.
El Ser está dividido en dos niveles: uno de máxima seguridad y otro de ingreso. Este último alberga a 27 internos ubicados, mayormente, de a cuatro por celda. Estas celdas no cuentan con un baño en su interior, sino con dos baldes destinados a las necesidades y aseo de los menores.
El Instituto constató además que los menores permanecen encerrados entre 20 y 23 horas diarias, sin acceso a materiales de lectura o a otras actividades educativas. Sólo dos veces por semana disponen de una salida al patio de entre una y una hora y media.
Con respecto al ámbito educativo, el informe al que accedió Subrayado indica que, para los internos, "la posibilidad de atender clases de nivel primario o secundario es esporádica, discontinua, excepcional e imprevisible".
Sobre el control de los psicofármacos señala que un alto porcentaje es medicado. Las sustancias se compadecen con el diagnóstico realizado en la historia clínica. Sin embargo, no se puede determinar si es correcto o no.
Asimismo, destaca la ausencia de un régimen disciplinario vigente conocido con anterioridad por los internos, por lo cual las sanciones son establecidas discrecionalmente por las autoridades.
El motivo de la visita del Instituto de DDHH al hogar es el incumplimiento de una sentencia de amparo del 2008, dictada por la jueza María Luz Vila Vidal, en la que exigía al INAU ciertas mejoras. Entre ellas, la reducción de las horas de encierro, el control de la administración de psicofármacos, el dictado de un régimen de convivencia programado y la habilitación de un sistema independiente de monitoreo. Esto no se ejecutó y la Fiscalía volverá a solicitar que la justicia intime su cumplimiento.
Al respecto, el fiscal de menores Enrique Viana señaló: “Yo tengo la concepción de que desde el INAU no se practica o no se entiende el concepto de rehabilitación”.
Según el informe, de los 56 adolescentes privados de libertad que viven en el centro, hay tres de 20 años; tres de 19; seis de 18; 27 de 17; 12 de 16 y 5 de 15.
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