Piropo callejero es expresión de violencia machista, según reciente estudio

Trabajo del Grupo Catalejo y Facultad de Ciencias Sociales asegura que los hombres jamás se reconocen como acosadores. "El acosador siempre es otro".

Los varones creen que el acoso callejero es un problema pero no se perciben a ellos mismos como acosadores, según un informe del Colectivo catalejo y el Espacio de Formación Integral de la Facultad de Ciencias Sociales.

Entre los hombres quedó claro que el acoso existe pero que "el acosador siempre es otro". No se perciben esas conductas ni en sí mismos ni en su entorno (amigos, hermanos, etcétera). Siempre es una "cuestión lejana".

Un trabajo realizado en base a cuatro focus group (hombres y mujeres jóvenes) permitió establacer que en los hombres hay más cuestionamientos sobre la frontera entre el piropo y el acoso.

A partir de sus conclusiones se estan desarrollando acciones conjuntas y una campaña gráfica y audiovisual enfocada en "la desnaturalización del piropo con estrategias posibles de intervención".

Fernanda Berrueta, del Colectivo Catalejo explicó a La Diaria por qué se desnaturalizó el concepto de piropo.

"Creemos que es algo que legitima el acoso como expresión de la violencia machista; para nosotros es claro que el piropo es acoso".

Otro aspecto que salió del estudio es lo que llaman "código intragénero".

Cuando una mujer va acompañada de un hombre, tiene menos probabilidades de ser acosada en la calle.

" El código intragénero refleja la cosificación del cuerpo femenino porque se muetsra respeto al otro varón y no hacia la mujer, lo que reafirma la idea de que el espacio público es del varón y el privado de la mujer", dijo Berrueta.

El espacio público es donde "se expresa la ciudadanía".

Cómo hacer para cortar el acoso callejero. Entre los varones no parece estar muy incorporado "cortar el chiste y no seguir la joda a los amigos".

Las mujeres, en tanto, expresaron miedo, malestar e importancia por lo que les sucede. Además, señalaron la "falta de herramientas" para poner fin al hecho y la "apatía y pasividad" de los testigos.

En ese sentido, parte de la recaudación del Montevideo Rock -unos 5 millones de pesos- se destinará a campañas contra el acoso callejero

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