Larrañaga presentó renuncia "indeclinable" al Directorio blanco

En la misiva, Larrañaga sostiene que "terminó una etapa" y que distintos "hechos y circunstancias fueron dilatando esta resolución inmodificable que ahora se concreta. Pertenezco a un nacionalismo sin ataduras", dice.

El líder de Alianza explica que solo le rige el deber con la Patria, con su partido y sus convicciones "por incómodas que resulten". Además, señala que no hace política especulando cada cinco años con los períodos electorales.

DIFERENCIAS. Las diferencias entre el senador Larrañaga y altas figuras de Unidad Nacional no son nuevas, pero se acentuaron en las últimas semanas, incluso hasta trascendieron fuertes reproches en las redes sociales.

Hace pocos días atrás, en Twitter, Larrañaga envió un mensaje a Luis Alberto Heber que, por error, lo hizo visible para todos los seguidores de su cuenta. Allí le recordaba: "Me quedé (en el Directorio) para no dejarte solo en la conducción. No los banco más porque el perfilismo de algunos de tus compañeros siempre va a estar tiroteándome. Es la realidad que desnudaron los hechos de estos días".

Larrañaga se encuentra en su chacra en el departamento de Flores, desde donde redactó la carta de renuncia, se la envió por email al Presidente del directorio blanco al tiempo que en paralelo se lo comunicaba a sus allegados más cercanos. 

CARTA DE LA RENUNCIA.  Esta es la carta que Jorge Larrañaga envió en las últimas horas al presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber:  

"Quiero comunicarle mi renuncia al Cuerpo y a la vez, la ratificación de un inquebrantable compromiso de lucha por la colectividad que mejor entiende al Uruguay.

Ingresé al Directorio en julio de 1999, hace 12 años y medio, por mandato de las urnas. Fui su Presidente cuando me tocó ganar, y vocal cuando perdí. Siempre procuré servir a mi Partido desde todas las posiciones en que fui reclamado, como lo haré hasta el último día de mi vida.

Como a Usted le consta, hace tiempo considero que terminó una etapa; hechos y circunstancias fueron dilatando esta resolución inmodificable que ahora se concreta. Pertenezco a un nacionalismo sin ataduras.

Únicamente me rige el deber con mi Patria, mi Partido y mis Convicciones, por incómodas que resulten.

No hago política especulando porque siempre he considerado que primero está la gente, los problemas que no tienen color político y que éticamente tenemos que resolver. No en la promesa quinquenal electoral, sino todos los días, nunca creyéndome dueño de la razón, sino constructor de soluciones.

Mi único compromiso es con todos los uruguayos, mi nacionalismo es de respuestas, dignidad y sentido del honor, porque no vivimos solamente en una sociedad de derechos sino también de deberes.