Joven baleado en 2D será operado para reconstruir su cara

Además, señaló que los chicos que estaban en el lugar le dijeron que los patovicas del boliche estaban armados y que dispararon al aire para intentar terminar con los disturbios que se registraron a la salida de la discoteca.

INVESTIGACIÓN EN CURSO. Las circunstancias en las que Santiago Olivera, de 23 años, recibió una bala en la cara a la salida de la discoteca 2D aún no están claras. El joven estaba en la esquina de Caramurú y General Paz cuando recibió el balazo, al costado de un kiosco.

Los registros de las cámaras exteriores del baile solo captaron el momento en el que Santiago corre herido en busca de ayuda a la puerta de la discoteca.

Si bien los familiares del joven acusan a los patovicas del local de haber disparado, la Policía no apoya esa hipótesis: piensan que el joven no pudo haber corrido hasta la puerta del baile si el problema era justamente con la seguridad.

Todos los patovicas y personal que trabajó la noche del sábado en el boliche fueron indagados por la Policía. Desde la Justicia se solicitaron nuevas pericias balísticas, ya que aún no se pudo determinar desde dónde provino el disparo y mucho menos quién lo efectuó, por lo que no hubo y no hay ningún detenido por el caso.

La noche del ataque, unas 30 personas atentaron violentamente con piedras contra comercios y edificios de la zona. Los vecinos afirman que los disparos fueron varios.