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Investigan "fugas arregladas" de homicidas peligrosos
En un caso habrían pagado USD 1500. En el otro la ayuda fue un arma. Ambos escaparon con tranquilidad: uno huyó por la puerta delantera, el otro en ómnibus.
Dos peligrosos homicidas fugaron desde donde estaban recluidos y ahora la sospecha de las autoridades gira en torno a la ayuda con la que contaron.
Uno de los casos es el de Estefanía Quirque, la mujer que intentó matar tres veces a la esposa de su amante y que fugó en setiembre del Centro Nacional de Reclusión. Según información que recogió el comisionado parlamentario Álvaro Garcé, pagó 1.500 dólares a una funcionaria para poder escapar.
El jerarca denunció esta situación ante la Comisión de Seguimiento del Sistema Carcelario en la que detalla que el arreglo al que llegaron reclusa y funcionaria incluía que esta última no estuviese presente el día de la fuga.
Según detalla Ultimas Noticias, Garcé consiguió esta información en base a testimonios informales que invocan "riesgo de muerte en caso de que proporcionar pruebas". Además sostiene que "existiría otro/a funcionario/a en condiciones de facilitar un hecho similar".
Otra fuga de un peligroso homicida es la que se produjo este domingo en el Centro Nacional del Quemado, que está en el piso 13 del Hospital de Clínicas. Desde allí se escapó Álvaro García Madruga, de 42 años.
El delincuente desarmó y esposó a su custodio y después se marchó en un ómnibus, según detalla el diario El País. Antes de eso pidió para ir al baño y de ese lugar salió con un arma, por eso se estima que alguien fue cómplice de esta fuga.
García Madruga estaba preso por haber matado a un cambista en Rivera en 1999. También era acusado del homicidio de un hombre de 52 años y de balear a otro de 32 en Piedras Blancas. Además lideraba una organización de narcotraficantes desde el Penal de Libertad.
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