LO NIEGO TODO

    Joaquín Sabina: vomitaba cuando leía 'llega el juglar del asfalto'

    Sabina está en Montevideo para su próximo concierto en el Estadio Centenario, este sábado 16. Habló del disco y de actualidad.

    Sabina es un viejo amante del Río de la Plata y de las calles de Montevideo, que recorrió por primera vez con Darnauchans como guía turístico.

    Aquel recorrido fue uno de bares y excesos, recuerda el español, que este sábado vuelve a desembarcar en Montevideo.

    Presenta “Lo Niego Todo”, su último trabajo discográfico, producido por Leiva con la colaboración artística de Benjamín Prado.

    La cita es este sábado en el Estadio Centenario, las entradas están a la venta en Abitab.

    Sabina guarda recuerdos entrañables de Uruguay. Comenzando por la vez que Eduardo Darnauchans llegó a su habitación de hotel y se ofreció como guía turístico la primera vez que vino al país, hasta la última vez, cuando Mujica se apersonó en su hotel sin cita previa para saludarlo.

    También habla con nostalgia de los cuatro conciertos en teatro que dio en Uruguay, que para él tiene un color distinto a la dinámica de megashow de tocar en un estadio.

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    VOLVER A ESCRIBIR. El español había pasado ocho años sin sacar un disco. En conferencia de prensa en el Sofitel, con un vaso se cerveza a mano, Sabina confesó que “había perdido las ganas de escribir canciones y las ganas de hacer discos con esta tecnología de ahora con tantos botoncitos”.

    Por ello convocó a Leiva, un joven rockero español, a quien describe como su “motor”. Leiva logró volver a despertar en él las ganas de escribir.

    “Consiguió entusiasmarme y escribir con la velocidad y la intensidad y la inspiración y la aplicación con que lo hacía en 19 días y 500 noches”.

    Benjamín Prado relata que cuando se juntó con Sabina a pensar el disco, el español le dijo que “se trata de cambiar la leyenda del calavera, el juglar del asfalto y el profeta del vicio, como me llamaron en un periódico de Chile, por la imagen de un tipo que llora con las películas de sobremesa los domingos por la tarde”.

    LO NIEGO TODO. En realidad Sabina intenta apartarse de la caricatura que lo antecede de un tiempo a esta parte en muchas partes del mundo. “Yo vomitaba cuando leía en un periódico 'el juglar del asfalto', o cuando llego a Chile y había un periódico que decía 'Llega a Chile el profeta del vicio'. Me sobrevaloraban mucho”, relata entre risas.

    “En mi vida normal trato de que el tipo del bombín sea una cosa, y guardar mi vida personal para mí”, aunque como dice la canción, lo niega todo “incluso la verdad”.

    SUPERVIVIENTE. A sus 68 años Sabina entiende que tiene que hablar sobre lo que le pasa, y entre lo que le pasa está envejecer. “El tren de ayer se aleja, el tiempo pasa. La vida alrededor ya no es tan mía”, reza la canción “Lágrimas de Mármol”.

    “Superviviente, sí. ¡Maldita sea!”, sigue la canción. Sabina se sabe un sobreviviente de la generación de “sexo, drogas y rock & roll”. Repiensa y recuenta los amigos que ya no están, y todos tenían su edad al momento de morir. Hoy en día vive junto a su pareja, que lo acompañó a Montevideo.

    También reflexiona sobre las luchas de su generación y el renacer de los nacionalismos en el mundo, que considera el peor de los males. "Faltan líderes desde luego, si uno compara los líderes de la Segunda República española es para llorar", sentencia, y entiende que lo que falta es educación. 

    "Yo creo que la única revolución que ha triunfado en el siglo XX, y me alegro muchísimo de ello, es la de las mujeres. Que han ido adquiriendo cada vez más lugares y cada vez más voz propia. Creo que todos los males que hay ahora en el mundo empiezan en la educación, creo que tiene que haber una educación pública de muchísima calidad, gratuita y universal", reflexiona. 

    UN DINOSAURIO. El ubetense no se lleva con la tecnología. No tiene computadora ni celular. Sabe que se pierde de algo, pero también sabe que también se pierde de “muchísima basura, y muchísimo tonto del pueblo que se hace el listo escribiendo lo que sea”.

    “Soy un pretecnológico. Una especie de dinosaurio. Una especie a extinguir o tal vez ya extinguida. A veces leo algún comentario en televisión: ya nadie puede vivir sin teléfono móvil. ¡Oiga, yo sí! Y estupendamente”, desafía.

    SANGRE FRESCA. Sabina considera que la llegada de nuevos fanáticos “no es tanto mérito mío como culpa de los cantantes jóvenes. Que yo oigo a veces la radio y es un horror lo que se oye”.

    Y sobre su rebeldía, que se mantiene encendida a lo largo de los años, el español reflexiona que “la lleva uno dentro desde siempre, y a medida que vive más se vuelve más rebelde, porque va teniendo más tiempo para ver la mierda que es este mundo”.

     

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