El consumo impulsa el crecimiento del PBI

Los problemas de competitividad que enfrentan varios sectores productivos, sumado al importante déficit configuran un escenario de preocupación.

La economía uruguaya cerró el año 2017 con un crecimiento anual de 2,7%. Dejando de lado la refinería –que estuvo parada más de la cuenta- la tasa se habría ubicado en torno a 3%, en línea con lo proyectado por la mayoría de los economistas. El dato del último trimestre (el nuevo, que actualizó el BCU) indica un crecimiento interanual de 2%, un ritmo de crecimiento modesto.

El dato anual muestra una economía en recuperación, con una tasa de crecimiento que sube un punto respecto a 2016. Pero hablar de que Uruguay “lleva 15 años de expansión continua”, puede resultar equívoco: en realidad, después del fuerte ciclo de crecimiento 2006-2014, la economía se estancó y volvió a crecer con otros fundamentos, más basada en el consumo, que aumentó 4,4%. Mientras, la inversión mostró una fuerte caída (-15%) y su recuperación es uno de los desafíos claves para este año.

La expansión en base al consumo no es un pecado… pero los problemas de competitividad que están enfrentando varios sectores productivos, sumado al importante déficit fiscal (que no ha cedido, pese al ajuste), configuran un escenario de preocupación. Más aún con un contexto global de mayor incertidumbre, con perspectivas de mayores tasas de interés y con una guerra comercial en ciernes.

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