Peón rural denuncia a patrón por despedirlo y amedrentarlo a tiros

El hecho ocurrió en Caraguatá y la denuncia ya fue presentada.


En medio de las protestas del campo, un trabajador rural fue amedrentado por el dueño del establecimiento luego de haber sido despedido tras sufrir un nuevo accidente laboral.

El hecho ocurrió en el paraje Caraguatá, Tacuarembó,en una zona llamada Cruz de Caminos, donde se juntan las rutas 6 y 26, informa La Diaria y el portal Ecos.

El peón había caído de un caballo que le había provocado lesiones y lo había tenido con licencia por enfermedad por algún tiempo.

El miércoles 17 el peón se había reintegrado a sus tareas cuando el patrón lo mandó ensillar el mismo caballo.

El resultado fue el mismo: cayó y volvió a sufrir varias lesiones.

La primera reacción del empleador fue despedirlo, pero mientras el joven tomaba sus cosas para irse, el dueño del establecimiento le ordenó que se quedara.

La Diaria señala que el empresario cambió de opinión al percetarse "de que estaba cometiendo una irregularidad".

El trabajador continuó con su retirada, y el patrón tiró tres disparos al aire para amedentrarlo.

“Por suerte no lo lastimó, pero no deja de ser un hecho violento dentro de un establecimiento rural”, dijo César Rodríguez, de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA).

El trabajador presentó la denuncia en Melo. Ahora el caso está en manos de uan fiscal que adleantó que citará al empresario rural a declarar.

El ministro de Trabajo, Ernesto Murro, también se comprometió a seguir de cerca el caso.

El sindicalista Rodríguez señaló que es necesario proteger la identidad del trabajador, porque muchas veces una denuncia pública "lo termina complicando para conseguir otros trabajos”.

Según estima la UNATRA, en los últimos cuatro meses se han denunciado al menos ocho casos de agresiones contra trabajadores rurales.

Rodríguez dijo que las tensiones en el campo siempre estuvieron presentes por el tipo de trabajo y de relacionamiento laboral. Pero agregó que no hay que descartar últimamente que las polarizaciones entre capital y trabajo también están pesando, y no contribuyen a un clima de relacionamiento civilizado

“Cuando hay una diferencia laboral, el trabajador enfrenta la situación individualmente y en un predio privado, en una situación de sometimiento, y no en una oficina de trabajo, colectivamente. La desigualdad en las relaciones entre capital y trabajo siempre existen, pero en estos casos está exacerbada”, dijo.

 “El trabajador rural usa cuchillos como herramientas de trabajo, pero afortunadamente no ha pasado nada. Al revés: todas las agresiones han sido de los empleadores”, agregó.

 

FOTO: En la última década, los trabajadores rurales han logrado organizarse. (La República)

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