Donald Trump a Vladimir Putin: "Es un honor reunirme con usted"

Los presidentes de Estados Unidos y Rusia se reunieron por primera vez en la cumbre del G20 en Hamburgo en un clima de desconfianza.

Donald Trump y Vladimir Putin se reunieron por vez primera este viernes en el G20 de Hamburgo, una cumbre asediada por los manifestantes y en la que Estados Unidos quedó de nuevo aislado con el tema del clima.

El esperadísimo encuentro Trump-Putin tuvo lugar en una ciudad tomada por las fuerzas de la policía.

Tras la masiva manifestación del jueves, en la que más de 111 policías resultaron heridos leves en los enfrentamientos y en las que hubo 29 detenciones, este viernes estallaron nuevos altercados, con el centro de la ciudad totalmente bloqueado.

Además de con Putin, el presidente estadounidense también se reunió con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, en el marco del G20 (19 países más la Unión Europea), un foro internacional de las principales economías industrializadas y emergentes que finaliza el sábado.

"Es un honor reunirme con usted", le dijo Trump a Putin al inicio del encuentro, saludando a su homólogo con un apretón de manos.

El presidente estadounidense dijo esperar que la reunión aporte "muchos elementos muy positivos para Rusia, Estados Unidos y todos los implicados".

"Estoy feliz de reunirme con usted y espero que [...] este encuentro se zanje con un resultado positivo", respondió Putin.

"Hemos hablado por teléfono, pero las conversaciones no son suficientes", subrayó el líder ruso.

Los dos líderes se entrevistaron por teléfono cuatro veces desde la llegada Donald Trump a la Casa Blanca pero es su primera entrevista cara a cara.

Interferencias rusas

Aunque a su llegada a la Casa Blanca, Trump dejó entrever un acercamiento entre varios países, el ambiente se ha enrarecido desde entonces.

Más allá de las cuestiones geopolíticas, como la reticencia de Moscú a la extensión de la OTAN a sus puertas, las relaciones entre la Casa Blanca y el Kremlin se han complicado también por las acusaciones de que Rusia interfirió en las presidenciales estadounidenses de 2016 y por las posibles conexiones rusas de sus allegados.

"Creo que pudo ser perfectamente Rusia [la que influyó en las elecciones]. Pienso que también pudo haber otros países", dijo Trump el jueves en Varsovia.

"La segunda visita a Europa [de Trump] se puede resumir en una palabra: Putin", afirmó Derek Chollet, del German Marshall Fund of the United States, que aseguró que a ambos líderes no les gusta perder y "se sienten más cómodos en la intimidación" y que su relación está marcada "por el contraste entre dos tipos distintos de machismo".

Encuentro con Peña Nieto

Por otro lado, Trump también se reunió con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en un encuentro de unos treinta minutos, en el que no se abordó la polémica cuestión del muro fronterizo, según indicó a la prensa el canciller mexicano, Luis Videgaray.

"No es un tema de la relación bilateral", puntualizó el canciller.

Poco antes de la reunión, Trump reafirmó ante preguntas de la prensa su intención de hacer pagar a México el muro, ideado para frenar la inmigración.

En el encuentro, se habló sobre todo de la compleja renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que empezará el 16 de agosto.

El G20 en Hamburgo es uno de los más tensos de los últimos años por las posiciones de Trump, que le alejan de muchos de sus pares en cuestiones clave como el clima o el libre comercio.

El clima es uno de los grandes desacuerdos de muchos países con Washington, sobre todo desde que Trump decidió abandonar el histórico pacto de París contra el cambio climático porque lo considera nocivo para su economía. Tampoco gustan, sobre todo en Europa, sus posiciones proteccionistas.

Varios miles de manifestantes trataban de llegar el viernes por la noche a la Filarmónica del Elba, en Hamburgo, donde los 20 jefes de Estado y de gobierno debían asistir a un concierto con sus cónyuges.

El 'infierno' en Hamburgo

En este sentido, la canciller alemana tildó de "inaceptables" las manifestaciones violentas, que "ponen vidas en peligro".

Durante el día, Melania Trump permaneció bloqueada en su residencia mientras que algunos manifestantes pincharon los neumáticos de los coches de la delegación canadiense. Estos últimos prometieron que el G20 sería "un infierno".

Ante la multiplicación de los incidentes, los casi 20.000 policías desplegados en la ciudad tuvieron que pedir refuerzos para evitar la violencia de las numerosas marchas convocadas hasta que termine la cumbre.

"Hace una semana que oímos los helicópteros continuamente, los autobuses no funcionan, la gente deja sus coches en el garaje y por primera vez en Alemania tengo que llevar mi pasaporte conmigo cuando salgo" dijo Benjamin Laub, de 53 años, que describió su barrio como una "zona de guerra".

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