Presidente de Colombia, Premio Nobel de la Paz 2016 por acuerdo con FARC

El comandante en jefe de la guerrilla de las FARC felicitó al presidente Santos, y dijo que la guerrilla quiere "la paz con justicia social".

Juan Manuel Santos fue elegido Premio Nobel de la Paz 2016. "Recibo este premio en nombre del pueblo, pero especialmente de las víctimas del conflicto en Colombia", le dijo Santos en conversación telefónica con los miembros del Comité.

El presidente de Colombia fue distinguido por su rol central en el proceso que su país llevó adelante con la guerrilla de las FARC y sus "esfuerzos decididos en poner fin a la guerra civil que lleva más de 50 años"

Desde que se entregó por primera vez en 1901 se han concedido 96 galardones a un total de 129 premiados. En 2015, el Nobel de la Paz recayó en el Cuarteto Nacional de Diálogo de Túnez por su "contribución a construir una democracia plural" en el país tras la revolución de 2011. El Cuarteto estaba integrado por dos sindicatos, un colegio de abogados y la Liga Tunecina para la Defensa de los Derechos Humanos.

El galardón es "un homenaje al pueblo colombiano que, a pesar de todos los abusos sufridos, no ha perdido la esperanza de lograr una paz justa y a todas las partes que han contribuido a este proceso de paz". En esta ocasión se habían presentado 376 candidaturas, de las que 148 eran organizaciones y 228 eran personas. Se trata de una cifra récord, que supera a las 278 recibidas en 2014.

Santos "ha acercado de forma significativa hacia una solución pacífica el sangriento conflicto" en su país y que ha sentado las bases para el desarme verificable de las FARC y un "proceso histórico de reconciliación y hermanamiento nacional". "Sus esfuerzos para promover la paz cumplen por tanto los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel", aseguró el comité. El premio, argumentó el jurado, trata de animar "a todos aquellos que tratan de lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia".

El presidente Santos, de 65 años, todavía tiene mucho camino que recorrer. El resultado del plebiscito del pasado domingo obligará a volver a sentarse en la mesa de diálogo y renegociar lo firmado.

Así hablaba el comandante en jefe de las FARC sobre el nobel a Santos:

Santos no es un improvisado en el arte de buscar soluciones. Integrante del Partido Liberal fue ministro de tres presidentes: Gaviria, Pastrana y Uribe.

Con éste último fue ministro de Defensa y vicepresidente durante un período particularmente cruento en la lucha contra la guerrilla.

Ahora Santos y Uribe están enfrentados por la forma de encontrar la paz en el país.

Para Uribe hay que revisar sobre todo la aministía establecida para todos, incluso para los guerrilleros responsables de delitos de lesa humanidad.

Uribe también quiere reanalizar el acuerdo desde el punto de vista política ya que la guerrilla pretendía escaños en el Parlamento sin siquiera someterse a la voluntad popular.

El acuerdo además no dejaba claro qué pasaría con los vínculos de FARC con las actividades de narcotráfico, ni su situación patrimonial y la forma en que debería indemnizar a las víctimas de su actividad durante estos 52 años en los que ha habido miles de muertos, heridos, desplazados y exiliados.

Analistas creen que Uribe quiere reformar la constiución para poder aspirar nuevamente a ser candidato a la presidencia. Luego de dos derrotas consecutivas en las urnas, la victoria atribuida a la campaña del el exmandatario en el plebiscito revitaliza una carrera política que se creía terminada.

En Colombia, la preocupación está en la nueva mesa de diálogo nacional que inauguraron el pasado miércoles el presidente Santos y el exmandatario Álvaro Uribe, principal opositor al proceso de paz.

El Gobierno ha designado a tres delegados con el acompañamiento de varios ministros para que trabajen en comisiones con tres representantes del Centro Democrático liderado por Uribe.

En las calles, también ajenos a las deliberaciones del Nobel, los ciudadanos comenzaron el mismo miércoles a ejercer presión social con una gran marcha en 14 ciudades, que solo en Bogotá consiguió reunir a unas 100.000 personas. En el centro de la capital, en la plaza Bolívar, un grupo de ciudadanos acampa desde la noche de la manifestación pidiendo que los gobernantes no se levanten de la mesa en lo que ya se conoce como el Campamento por la Paz.

"Recibimos la sorpresa con alegría y optimismo este mensaje de esperanza y solidaridad que nos ofrece la comunidad europea", ha dicho una de sus representantes. "Invitamos a todos y todas a que se acerquen a la plaza de Bolívar a construir la paz".

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