“Dejalo ahí que no pasa nada”, dijeron, y el lago congelado se derritió

No había lugar para estacional y las autoridades permitieron dejar los autos sobre el lago congelado.

 

Ocurrió a orillas del lago Geneva, en Wisconsin, Estados Unidos, durante el festival anual de figuras de hielo denominado “Winterfest”.

Por la gran cantidad de personas que acudieron al evento no hubo bastante puestos de estacionamiento.

Así que las autoridades locales dieron permiso para aparcar los coches en el lago, que estaba congelado.

Y los conductores siguieron las instrucciones sin pensar en las consecuencias ni en la temperatura ambiente que había en ese momento.

Durante la fiesta, el hielo del lago se derritió por al calor adicional generado por tantos motores recién apagados y los autos empezaron a sumergirse en el agua uno tras otro.

Los rescatistas se dedicaron a sacar los vehículos a la orilla, mientras los conductores veían el espectáculo desconsolados e impotentes.

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