Francisco visitó una favela y pidió "café, no caipirinha"

El papa sigue conquistando los corazones de los brasileños con gestos humildes y comentarios jocosos. Estuvo media hora en la casa de una familia.

 

Francisco comenzó la jornada de este jueves en Rio de Janeiro recibiendo las llaves de la ciudad y bendiciendo las banderas que serán utilizadas en los Juegos Olímpicos de 2016.

Pero la actividad más importante fue en la favela da Varginha, en el norte de Río. Miles de personas lo esperaban bajo la lluvia que no deja de caer en la ciudad carioca, pero que no ha impedido que una multitud emocionada se acerque a saludar al pontífice.

Francisco llegó, como se lo ha visto siempre en este viaje, con su amplia sonrisa, saludando a todas las personas a las que se podía acercar, y especialmente a los niños.

Visitó la iglesia local, recibió una bufanda de su club de fútbol, San Lorenzo de Argentina, y fue recibido por una familia de la favela que lo invitó a pasar a su casa.

Subrayado visitó esa favela. Mirá aquí el informe de Camila Cibils y María Trabal.

Franciso estuvo cerca de media hora conversando con ellos y luego siguió el recorrido a pie hasta un estrado donde le confió a miles de personas cual era su deseo desde que planeó su visita a Brasil: Conocerlos, tomar agua o un café con ellos, no una caipirinha, lo que provocó la risa de miles de fieles.

El papa Francisco no abandona su sonrisa en cada encuentro con la gente. Bendice, les dice que no están solos y les piden que recen por él.

Luego, frente a 5.000 jóvenes argentinos que se reunieron en la Catedral de Río de Janeiro y a 35.000 que esperaron afuera, el papa pidió que los jóvenes “armen lío”, refiriéndose así a la necesidad de que la Iglesia deje de estar “encerrada” y comience a llegar con más fluidez a la gente, en las calles.

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